Josep M. Artells - 28/12/2010
A cinco días de disputarse la jornada 17 de la Liga BBVA, la AFE dio otro paso al frente al pedir a un juez la suspensión cautelar de los partidos del domingo día 2. A los futbolistas, tildados a menudo de millonarios, les asiste esta vez la legalidad, aunque en el trasfondo está la presión por las deudas económicas de Betis y Recre. En este asunto, que se arrastra desde mayo, subyace la desidia y la falta de responsabilidad de los dirigentes de la que pasa por ser la mejor Liga del mundo. Los futbolistas no tienen pedida una huelga exactamente, sino que esgrimen el cumplimiento del convenio firmado por la LFP por el cual el día 2 es festivo en su calendario y se amparan en un derecho adquirido. Mañana o el jueves, la Audiencia Nacional debe pronunciarse.
El Barça sigue pensando en que disputará su partido contra el Levante en el Camp Nou el domingo a las 18 horas, un horario que está animando al aficionado a acudir en familia para ver el regreso del campeón. Hay morbo por volver a ver fútbol después del parón navideño y no es de recibo que se juegue con el sentimiento de la grada. Entre la fuerza de las teles y los plantes camuflados, siempre paga el mismo. La Premier sigue siendo un espejo
